De acuerdo con proyecciones de Joel E. Cohen, especialista en poblaciones de la Universidad Rockefeller, si en este periodo se logra recortar medio hijo por mujer en el planeta llegaríamos a la mitad de este siglo con una población de 7.7 billones. El crecimiento poblacional se está dando en las principales metrópolis de las naciones en vías de desarrollo. Entre 1965 y 1970 la raza humana experimentó su crecimiento poblacional más acelerado con una tasa anual de 2.1% a nivel mundial. Del 70 en adelante esa tasa disminuyó a 1.2%. Pero esto no quiere decir que el crecimiento poblacional haya realmente disminuido, las regiones menos desarrolladas del planeta se están reproduciendo y demasiado rápido. En 1950 la diferencia poblacional de las naciones pobres y las ricas era de 2 a 1, de continuar las tendencias para 2050 esa diferencia aumentará 6 a 1. Una mujer de un país subdesarrollado tiene 2.9 hijos per cápita, en las naciones desarrolladas 1.6. Con estas anualmente nacen entre 74 y 76 millones de personas al año, es agregar la población de Estados Unidos al planeta cada 4 años. La mitad del aumento se dará en sólo 9 naciones: India, Pakistán, Nigeria, la República Democrática del Congo, Bangladesh, Uganda, Estados Unidos, Etiopia y China. Otros países, varios de ellos desarrollados, disminuirán su población para mediados de siglo; se estima que Alemania bajará de 83 millones de habitantes a 79, Japón de 128 a 112 millones y Rusia de 143 millones de habitantes a 112. Los 5.3 billones que habitan en el tercer mundo aumentarán a 7.8. Si con 6 billones produciendo $60 trillones USD, 9 mil millones producirían $420 trillones de dólares; algo que resultaría imposible para los límites geofísicos del planeta. La solución reside en aumentar la productividad humana por medio de la educación, el acceso a la salud y a la tecnología. Deberá invertirse sobretodo en el campo (el 70% de los pobres viven en zonas rurales), la falta del input tecnológico está ligada directamente con las altas tasas de natalidad ya que funge como una fuente de mano obra para trabajar la tierra. La pobreza es causa de las altas tasas de natalidad. Debe establecerse un compromiso global para ampliar el acceso a los métodos anticonceptivos y deben abrirse los mercados de EEUU, la Unión Europea y Japón a los productos agrícolas de las naciones menos desarrolladas.
miércoles, 1 de julio de 2009
Superpoblación: el gran reto de la sustentabilidad II
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