lunes, 15 de junio de 2009

Ecoturismo: ¿Solución o problema?




El Plan de Desarrollo del Estado de México 2005-2011 dice que Malinalco es uno de los municipios con mayor dependencia del turismo. Ante esta realidad en La Escuela del Agua les presentamos consideraciones sobre el ecoturismo, su potencial, sus pendientes y su realidad. El ecoturismo en teoría logra generar ingresos para las comunidades nativas mientras conserva los ecosistemas. Sin embargo la teoría dista mucho de la práctica y esto resulta preocupante ante la vertiginosa alza del sector. La etiqueta de “turismo sustentable” se ha propagado sin la regulación el sustento suficiente. Las Islas Galápagos, uno de los destinos de ecoturismo más famosos del mundo, han sufrido de una degradación sostenida de su medio ambiente desde hace décadas. Y esto se debe a que en la mayoría de los casos el ecoturismo se vincula directamente con actividades no sustentables como el sector restaurantero o genera externalidades negativas sobre los ecosistemas como la generación de aguas negras. Para James Mair, biólogo del Centro de Biodiversidad Marina de la Universidad de Edimburgo, este patrón se repite en todos los proyectos de ecoturismo que ha estudiado durante la última década en América Latina y el Caribe. En gran parte esto se puede atribuir a la derrama económica que genera el turismo como el transporte, la venta de productos y la explotación de biomasa para comida. De acuerdo a Mair los casos de éxito se relacionan a la existencia de gobiernos autónomos como en las islas de San Blas o el aislacionismo geográfico como el Parque Nacional de Coiba a 25 minutos en vuelo desde la ciudad de Panamá. La problemática del ecoturismo reside en la complejidad del desarrollo sustentable. Ir a un lugar donde se garantice la conservación de los ecosistemas se vuelve insustentable si tomas en cuenta las toneladas de CO2 emitidas en los vuelos, la generación de desperdicios y la utilización de recursos naturales para mantener actividades secundarias como la construcción de infraestructura hotelera. Un proyecto de ecoturismo en el Archipiélago de Las Perlas de Panamá ha logrado por un lado garantizar la conservación de 9,800 hectáreas de manglares donde habitan 14 especies endémicas de aves; pero por el otro lado se ha pactado la construcción de un gran conjunto hotelero. Esta dicotomía ha sido la condena del ecoturismo. De acuerdo a los economistas una solución viable que englobe la complejidad de la sustentabilidad es imponer un precio monetario sobre cada “servicio ambiental”, que va desde la filtración de agua hasta la captura de gases de efecto invernadero. La complejidad de establecer un sistema de costos que articule a la economía con el medio ambiente es enorme. Y el debate y las acciones no pueden quedarse cortos.

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